Soy un niño.


Hoy, me apetece taparme los oídos, me apetece ver el mundo sin prejuicios, me apetece ver el mundo sin filosofía, me apetece ver el mundo sin nada. Solamente verlo, no apreciarlo, no odiarlo.
Me apetece ver el mundo como el que no se ha dado cuenta de su existencia.

Me apetece no ser yo, no ser nadie.

Me apetece ser intangible, ser insensible, ser un fantasma.

Me apetece ser, pero no ser nada.

Me apetece ser un observador que observa la nada.